El Ayuntamiento de Ámsterdam ha aprobado una propuesta para prohibir que los cruceros traigan visitantes como parte de la última medida de la ciudad para controlar el turismo excesivo.
Centro del Barrio Rojo de Ámsterdam
Un portavoz de la vicealcaldesa de Ámsterdam, Hester van Buren, responsable del puerto de la ciudad, dijo a CNN que el consejo aprobó una propuesta para cerrar la terminal de cruceros de la ciudad este jueves.
El partido de centroizquierda D66, que tiene escaño en el consejo, confirmó el jueves en un comunicado que la propuesta había sido "aprobada por mayoría". "Los cruceros contaminantes ya no son compatibles con las ambiciones de desarrollo sostenible de Ámsterdam", subrayó la presidenta del partido D66, Ilana Rooderkerk, en un comunicado.
“Los cruceros en el centro de la ciudad no están en línea con el objetivo de Ámsterdam de reducir el turismo”, añadió Rooderkerk.
Se espera que Ámsterdam reciba más de 18 millones de visitantes que pernocten este año. En 2025, esta cifra podría alcanzar los 23 millones, además de entre 24 y 25 millones de llegadas y salidas diarias. Según un decreto de 2021 denominado "Turismo equilibrado en Ámsterdam", cuando el número de visitantes que pernoctan alcanza los 18 millones, el ayuntamiento está "obligado a intervenir" para reducir el número de visitantes.
A principios de este año, la ciudad lanzó una campaña para renovar su enfoque hacia el turismo, incluyendo en particular tácticas diseñadas específicamente para disuadir a los turistas británicos de asistir a despedidas de soltero.
La campaña online "Stay Away" tiene como objetivo disuadir a los jóvenes británicos que planean salir de fiesta en Ámsterdam, advirtiendo a los visitantes de entre 18 y 35 años sobre las consecuencias de beber demasiado, tomar drogas o tener un comportamiento desordenado.
Ámsterdam también anunció este año que prohibiría el consumo de cannabis en las calles y tomaría nuevas medidas para acabar con el consumo de alcohol en su barrio rojo…
Esto sigue al anuncio de la ciudad en 2019 de que cerraría los recorridos por el barrio rojo, citando preocupaciones de que las trabajadoras sexuales sean tratadas como una atracción turística.
En un esfuerzo por "limitar el turismo y prevenir molestias", Ámsterdam también planea limitar los cruceros fluviales, convertir hoteles en oficinas e imponer horarios de cierre más tempranos para bares y discotecas.
Sin embargo, es poco probable que el centro de la ciudad se convierta en una zona prohibida para los visitantes en el corto plazo, dijo a CNN un portavoz del vicealcalde, aunque admitió que la propuesta "tomaría algún tiempo" para implementarse.
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