¿Cómo puedo convertir mi casa en un basurero con esta nuera que ya no puede hablar?
Mi familia vivió recientemente un gran cambio al enfrentarse a que nuestra nuera, de quien desde un principio siempre esperamos que fuese la compañera de nuestro hijo en la vida familiar, se volvió perezosa y tenía conductas irrespetuosas hacia los miembros de la familia.
Cuando me casé por primera vez, Ha no era así, pero cuanto más tiempo vivimos juntos, más no podía aceptar que los niños de la casa fueran tan perezosos.
Digo la verdad, no es que sea mi nuera y me ponga exigente, es que ella es muy vaga.
Como es mi nueva nuera, tengo mucha paciencia. Si fuera mi hija la habría esperado mucho tiempo y no la habría dejado llegar al punto de tener que quejarse así por internet.
Desde que se convirtió en nuera, Ha no se ha integrado mucho en nuestra vida familiar.
Al principio pensé que quizá necesitaba tiempo para adaptarse, pero día a día, su actitud como si fuera una extraña viviendo allí me hacía no poder evitar sentirme incómoda.
Además, cada vez que la tocamos, está dispuesta a decir palabras irrespetuosas a los padres de su marido, lo que nos preocupa y nos molesta.
Sé que soy bastante exigente, pero no le pido que haga mucho, solo lavar los platos después de comer y no dejarlos en la habitación hasta el punto en que crezcan gusanos.
La ropa debe lavarse después de cambiarla, no dejes que se enmohezca en el cesto de ropa sucia. Lo mismo con la basura, si hay hay que tirarla a diario, no dejarla acumulada durante una semana que apeste toda la casa...
Mi hijo trabaja lejos de casa y a veces sólo vuelve una vez al mes. Le ha recordado muchas veces a su esposa que debe estar limpia, pero esta chica es increíblemente cohibida. Cada vez que tocan algo ella se enoja.
Su marido está tan aburrido que está planeando dejar que su esposa se mude a vivir separada para que pueda vivir tan suciamente como quiera.
El primer problema es que ninguno de los dos es financieramente estable. Mi hijo va a trabajar para ganar dinero, pero Ha se niega a ir a trabajar. No importa donde trabaje, sólo puede trabajar unos días y luego renunciar. Si no renuncia, la despedirán porque llega tarde al trabajo y se ausenta sin motivo. Ahora que no tiene hijos ni nada, me pregunto ¿qué escándalo será cuando dé a luz?
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Pero lo que más me sorprendió y decepcionó fue la actitud de mis suegros. Siempre que surge un conflicto, en lugar de intentar reconciliar y aconsejar a sus hijos, siempre se ponen del lado de Ha, defendiendo a su hija en todo momento y lugar.
Se niegan a reconocer o tal vez no quieren reconocer los errores de su hija, lo que hace que el problema sea aún más difícil de resolver.
Para mí, la familia no es sólo un lugar para compartir la alegría, sino también un lugar para ayudarnos mutuamente en los momentos difíciles y educar a los niños sobre cómo vivir y comportarse.
Sin embargo, el caso de Ha y la actitud de sus suegros me hicieron pensar mucho en la forma en que los padres educan e intervienen en la vida privada de sus hijos.
Sé que no todo el mundo puede integrarse perfectamente de inmediato en un nuevo entorno de vida después del matrimonio. Pero también creo que, con esfuerzo y autoconocimiento, cada individuo puede superarse y convertirse en una parte importante de la familia de su marido o mujer. Desafortunadamente, Ha no mostró ningún deseo de cambiar o mejorar.
Cada vez que ocurre un conflicto trato de mantener la calma, buscar la manera de dialogar y solucionar el problema de la forma más racional. No quería hacer un gran alboroto al respecto, porque sabía que cualquier estrés sólo dañaría a mi hijo y a mi propia salud. Pero a veces, ese silencio y esa paciencia se malinterpretan como debilidad, lo que hace que Ha sea aún más grosero y reacio a cambiar.
Lo que más me preocupa ahora no es sólo la mala educación de mi nuera, sino también la salud y la felicidad de mi hijo. Vivir en un entorno estresante e irrespetuoso afectará enormemente su psicología y su vida. No quiero que mis hijos sufran así.
En esta situación, me di cuenta de que no era sólo un problema entre mi nuera y yo, sino que también tenía que ver con cómo los suegros veían y resolvían el problema. Sus actitudes influyen enormemente en el modo en que Ha se comporta y actúa. Empecé a preguntarme si nosotros, los padres, a veces malcriamos demasiado a nuestros hijos, hasta el punto de que no nos atrevemos a afrontar la verdad y pensar en su verdadera felicidad.
Actualmente sigo buscando la solución más efectiva. Espero poder encontrar puntos en común con mis suegros y mi nuera, y así reconstruir un ambiente familiar armonioso de respeto mutuo.
Si las cosas siguen así de estancadas y nadie está dispuesto a resolverlo, entonces tendré que devolver a mi nuera con sus suegros para que puedan seguir amándola y protegiéndola, porque mi familia y yo estamos a punto de perder la paciencia.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/con-dau-ca-tuan-vut-rac-1-lan-khien-nha-toi-boc-mui-nong-nac-nhung-cu-he-nhac-nho-la-ba-thong-gia-lai-benh-cham-chap-172241203085751319.htm
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