El ejercicio regular ayudará a mejorar la salud del corazón, reducir la presión arterial y aumentar la circulación sanguínea. El ejercicio también ayuda a controlar el peso, estimula el metabolismo, quema calorías, previene la obesidad y enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión arterial, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
Saltarse el ejercicio regular durante mucho tiempo hará que el cuerpo sea más propenso a acumular exceso de grasa y ganar peso.
Cuando se deja de hacer ejercicio durante un tiempo prolongado, el cuerpo experimentará los siguientes efectos adversos:
Pérdida de masa muscular y reducción de fuerza
Cuando dejas de hacer ejercicio, después de sólo unas semanas, tu masa muscular perderá su mejor condición. Tanto la masa muscular como la firmeza se reducen. Como resultado, el rendimiento muscular se verá afectado, lo que dará lugar a una reducción de la fuerza y la resistencia. Con el tiempo, actividades que antes nos resultaban fáciles, como subir escaleras o cargar objetos pesados, se vuelven más difíciles de realizar.
Aumento de peso
Sin actividad física regular, el metabolismo del cuerpo se ralentiza. La capacidad de quemar calorías se reduce. Como resultado, el cuerpo acumulará exceso de grasa y provocará aumento de peso. El exceso de grasa acumulada alrededor del abdomen aumenta el riesgo de sufrir presión arterial alta y diabetes.
Mala salud cardiovascular
No hacer ejercicio regularmente también afecta al sistema cardiovascular. El corazón bombeará sangre de manera menos eficiente, lo que provocará una menor resistencia y una frecuencia cardíaca en reposo más alta. Esta condición, con el tiempo, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares.
Disminución de la densidad ósea
El entrenamiento de fuerza regular, como levantamiento de pesas, flexiones, sentadillas y dominadas, mantendrá la densidad ósea y ayudará a mantener los huesos fuertes. Mientras tanto, saltarse el ejercicio provocará que la densidad ósea disminuya y los huesos se vuelvan más susceptibles a las fracturas. Esto es especialmente cierto para los adultos mayores.
Función inmune reducida
El ejercicio regular refuerza la inmunidad al estimular la circulación sanguínea, lo que ayuda a que las células inmunes se muevan por todo el cuerpo de manera eficaz. Cuando se deja de hacer ejercicio, se produce el efecto contrario. Como resultado, el sistema inmunológico se debilita, lo que hace que el cuerpo sea susceptible a infecciones comunes como resfriados o infecciones de la piel, según Medical News Today .
Fuente: https://thanhnien.vn/co-the-se-the-nao-neu-ngung-tap-the-duc-185240912164152216.htm
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