¿Revertirá la política exterior de Estados Unidos el regreso de Trump a la Casa Blanca?
Báo Dân trí•14/11/2024
(Dan Tri) - El regreso del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca ha generado especulaciones sobre la posibilidad de una reversión de la política exterior estadounidense en los próximos cuatro años.
El presidente electo Donald Trump (Foto: Reuters).
La victoria del candidato presidencial republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha suscitado preocupaciones entre los partidarios de la actual dirección de la política exterior bajo la administración del presidente Joe Biden. Sin embargo, el regreso de Trump a la Casa Blanca también genera esperanza para aquellos interesados en cambios en la política exterior estadounidense en el nuevo mandato. Una pregunta urgente, no sólo en los círculos políticos estadounidenses sino también entre los aliados y adversarios de Washington en todo el mundo, es cuánto podría cambiar la política exterior estadounidense bajo una administración presidencial republicana. Muchos expertos, basados en las duras declaraciones del presidente electo Trump y su equipo de campaña, creen que este regreso traerá cambios significativos en la política. Sin embargo, incluso si los republicanos tienen mayorías en ambas cámaras del Congreso (especialmente el Senado, que tiene una influencia significativa sobre la política exterior), es poco probable que Trump pueda implementar plenamente sus compromisos en materia de política exterior. En teoría, el regreso de Trump a la Casa Blanca se producirá en las condiciones más favorables para implementar su agenda de política exterior. Los republicanos no sólo obtuvieron la mayoría en la Cámara de Representantes, sino que también recuperaron el control del Senado, que influye significativamente en la política exterior estadounidense al aprobar nombramientos clave y tratados internacionales. Al regresar a la Casa Blanca, se espera que el presidente electo Trump vuelva a aplicar el principio "Estados Unidos Primero" en política exterior. Esto sugiere un enfoque más pragmático hacia las cuestiones internacionales, pero no conduce necesariamente a un cambio integral en los objetivos y prioridades de la política exterior. El primer mandato del presidente Trump trajo consigo cambios tácticos, pero garantizó la continuidad estratégica de la política exterior estadounidense a lo largo de los mandatos presidenciales. Muchos predijeron que Trump cambiaría significativamente la política exterior estadounidense después de su victoria en 2016, pero al final esto no sucedió. En ese momento, el presidente republicano prometió disolver la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos. El señor Trump pidió a los países de la OTAN que aumenten sus presupuestos de gasto de defensa, al tiempo que enfatizó que Estados Unidos no es un protectorado y no soporta la mayor parte de los costos de los países aliados. Este enfoque ha creado tensiones dentro de la alianza de la OTAN y ha llevado a una redistribución de responsabilidades. Pero al final, en lugar de desmantelarla, la política de Trump ha ayudado a fortalecer la OTAN al alentar una mayor participación europea en su propia seguridad. El señor Trump también expresó su deseo de establecer relaciones más estrechas con Rusia. Hizo declaraciones positivas sobre el presidente Vladimir Putin y promovió un nuevo tratado de control de armas nucleares que incluiría a China. Pero en última instancia, las medidas de la administración Trump han conducido a sanciones adicionales contra Rusia y a un aumento de la ayuda a Ucrania, impidiendo cualquier mejora real en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos inició una guerra comercial con China, restringió la cooperación en campos de alta tecnología y tomó medidas para frenar la influencia de China en Asia y otras regiones. Sin embargo, estas medidas de confrontación son una continuación de la política de contención y de la estrategia de “pivote hacia Asia” iniciada por la administración Obama. Por lo tanto, esto no puede considerarse un cambio importante en la política de la administración Trump. El presidente electo Donald Trump y el presidente Joe Biden se reunieron en la Casa Blanca para discutir la transición de poder el 13 de noviembre (Foto: Reuters).Conflicto en Ucrania Una de las principales prioridades de política exterior del segundo mandato del presidente electo Donald Trump será el conflicto en Ucrania. Durante su campaña electoral, Trump afirmó que, como presidente, podría poner fin rápidamente a la guerra en Ucrania. Sin embargo, también dijo que no se comprometería a aumentar la ayuda a Kiev y que, en cambio, los países europeos deberían asumir más responsabilidad para apoyar a Ucrania. La relación de Trump con Rusia tiene muchas contradicciones. Por un lado, Trump buscó mantener relaciones más cálidas con Putin, hablando constantemente de manera positiva sobre el líder ruso, llamándolo “talentoso” e “inteligente”. Mientras tanto, condenó las acciones de Rusia en Ucrania, calificándolas de "gran error" por parte de Moscú. Esta contradicción, sumada a las declaraciones anti-Ucrania de miembros del círculo íntimo de Trump, ha creado incertidumbre en torno a la postura que Washington adoptará bajo la administración del nuevo presidente republicano. Se espera que Trump busque una solución pacífica al conflicto en Ucrania, posiblemente utilizando la dependencia de Kiev de la ayuda militar y económica estadounidense y la posibilidad de poner fin a ese apoyo como palanca para un acuerdo de paz. Es probable que el acuerdo de paz llegue con términos menos favorables para Ucrania que hace un año. Ahora que la situación sobre el terreno está cambiando a favor de Rusia, las pérdidas territoriales de Ucrania sugieren que las condiciones de cualquier paz futura pueden ser más difíciles para Kiev que si las negociaciones hubieran tenido lugar antes. Si este escenario se materializa, como otras áreas clave, no indicaría un cambio importante en la política exterior de Estados Unidos bajo el presidente Trump. La actual administración de Biden ha mostrado signos de “fatiga de Ucrania” y ha mantenido una costosa ayuda a Kiev. El apoyo público estadounidense al mantenimiento de los niveles actuales de ayuda a Ucrania también está disminuyendo. La administración Trump podría adoptar una estrategia centrada en una solución más pragmática al conflicto en Ucrania. Este enfoque podría combinar recortes en la ayuda militar con una mediación diplomática activa que, si tiene éxito, permitiría a Trump ofrecer una “solución efectiva” al conflicto. Sin embargo, para Ucrania y sus aliados, la estrategia significa aumentar la presión sobre Kiev para que llegue a un acuerdo, debilitando potencialmente su posición en las negociaciones y cambiando el equilibrio de poder en la región. Un segundo mandato de Trump probablemente conduciría a una política exterior más pragmática. Es probable que la administración Trump se centre en una postura más dura hacia China, reduciendo el apoyo a Ucrania, redistribuyendo responsabilidades dentro de la OTAN y reduciendo la participación de Estados Unidos en alianzas y acuerdos globales. Aunque estos cambios pueden parecer significativos, los analistas dicen que no representarán un cambio completo en la dirección de la política exterior a largo plazo de Washington.
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