Noruega dijo el 18 de febrero que había acordado ayudar a transferir el dinero de los impuestos recaudados por Israel a la Autoridad Palestina (AP), proporcionando una importante fuente de financiación para la AP respaldada por Occidente, según Reuters.
“Este dinero es esencial para evitar el colapso de la Autoridad Palestina, para garantizar que los palestinos reciban servicios vitales y que los profesores y los trabajadores sanitarios reciban sus salarios”, enfatizó el primer ministro noruego, Jonas Gahr Stoere.
Una zona en Cisjordania
La Autoridad Palestina ejerce un autogobierno limitado en Cisjordania ocupada por Israel. En virtud del acuerdo de paz provisional alcanzado en la década de 1990, el Ministerio de Finanzas de Israel recauda impuestos en nombre de la Autoridad Palestina y transfiere los ingresos a ésta cada mes, incluida una parte destinada a la Franja de Gaza.
Los impuestos que Israel recauda en nombre de la AP ascienden a unos 188 millones de dólares al mes y representan el 64 por ciento de los ingresos totales de la AP, según la cadena de televisión Aljazeera. Gran parte de ese dinero se utiliza para pagar los salarios de unos 150.000 empleados de la AP que trabajan en Cisjordania y Gaza.
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Aunque la Autoridad Palestina fue expulsada de la Franja de Gaza en 2007, muchos funcionarios públicos de la zona conservaron sus empleos y siguieron recibiendo sus salarios con dinero de impuestos transferido por Israel.
Sin embargo, semanas después del ataque de Hamás al sur de Israel el 7 de octubre de 2023, Israel decidió retener los pagos al personal de la AP en la Franja de Gaza, argumentando que el dinero podría terminar en manos de las fuerzas de Hamás.
El 3 de noviembre de 2023, el gabinete de seguridad israelí votó para retener un total de 275 millones de dólares en dinero de impuestos palestinos, incluido el efectivo recaudado en meses anteriores que permaneció en Tel Aviv, según Aljazeera.
El gobierno noruego dijo que bajo la solución acordada, Noruega actuaría como intermediario, manteniendo los ingresos fiscales equivalentes a la porción que Israel estimaba que iría a Gaza, mientras que la AP recibiría el resto.
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