Obviamente, los dos países son muy contrastantes en términos de estatus económico. Pero el TLC antes mencionado tiene gran significado e importancia para ambos países, no sólo en términos económicos y comerciales, sino también en términos de política y geoestrategia mundial.
El tratado de libre comercio (TLC) entre China y Nicaragua acaba de entrar en vigor.
Nicaragua es un país de América Central, un lugar que alguna vez fue considerado el patio trasero de Estados Unidos. La relación entre Estados Unidos y Nicaragua no ha sido buena durante muchos años. Lo mismo ocurre con la relación entre Estados Unidos y China. Por lo tanto, no es difícil darse cuenta de que a Estados Unidos no le agrada que China y Nicaragua promuevan la cooperación bilateral.
Recientemente, una serie de países centroamericanos han decidido pasar del reconocimiento diplomático de Taiwán al reconocimiento de China continental, mostrando su intención de abandonar las relaciones diplomáticas y cooperar con Taipei para ganarse a Pekín. China ha aprovechado al máximo este cambio de situación para conquistar rápidamente a los países centroamericanos y vincularlos a relaciones de cooperación con Beijing. La promoción de la cooperación en materia comercial y de inversiones es la carta de triunfo que Pekín utiliza más activamente para conquistar socios aquí, separándolos de Washington y Taipei. El tratado de libre comercio con Nicaragua es un gran avance para China.
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