El ministro de Finanzas japonés, Shunichi Suzuki, dijo el 9 de enero que el gobierno japonés aprobó gastar 4.740 millones de yenes (33 millones de dólares) de las reservas financieras del año fiscal 2023-2024 para brindar ayuda a las víctimas del terremoto de la península de Noto.
El gobierno japonés también planea aumentar el fondo de reserva reservado en el proyecto de presupuesto para el año fiscal que comienza en abril, desde los actuales 500 mil millones de yenes, para financiar los esfuerzos de recuperación del desastre. Antes del terremoto, el gobierno aprobó un presupuesto total de 112 billones de yenes (780.000 millones de dólares), incluidos 500.000 millones de yenes (3.480 millones de dólares) para reservas generales y 1 billón de yenes (6.960 millones de dólares) para medidas antiinflacionarias.
Según Kyodo, hasta la tarde del 9 de enero, las autoridades japonesas confirmaron que el número de muertos tras el terremoto en la provincia de Ishikawa y áreas vecinas en el centro de Japón había llegado a 202 personas, mientras que 102 personas seguían desaparecidas. El número de soldados de las Fuerzas de Autodefensa que participan en las operaciones de rescate ha aumentado de 200 a unos 3.600, según el ministro de Defensa, Minoru Kihara. La policía local ha lanzado una operación de búsqueda a gran escala en un mercado devastado en Wajima, donde se produjo un gran incendio tras el terremoto de magnitud 7,6.
Más de 28.000 personas siguen en centros de evacuación en la prefectura de Ishikawa y al menos 3.300 personas, principalmente en Wajima y la vecina ciudad de Suzu, están aisladas debido a graves daños en las carreteras. Más de 80 escuelas, incluidas las de Wajima y Suzu, no pudieron impartir clases debido a las instalaciones dañadas. La restauración del suministro eléctrico, del agua y de otras infraestructuras aún no está completa.
Huy Quoc
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