La UE lanza activamente la 'campaña del chip': ¿nuevo amanecer o desierto tecnológico? (Fuente: https://eetimes.eu) |
Los chips semiconductores son el “cerebro” de los dispositivos electrónicos y se utilizan en todo, desde juguetes para niños, electrodomésticos y teléfonos inteligentes, hasta automóviles eléctricos y armas sofisticadas.
¿Dónde está Europa?
Casi todas las materias primas necesarias para fabricar chips se producen actualmente en China. Taiwán, hogar de muchos de los principales fabricantes de chips del mundo, representa más de la mitad de la producción mundial de chips, mientras que muchos de los mayores diseñadores de chips del mundo, como Nvidia, junto con fabricantes de dispositivos como Apple, son de Estados Unidos.
Las empresas estadounidenses representaron el 48% de la industria mundial de chips el año pasado, según la Asociación de la Industria de Semiconductores, un grupo comercial estadounidense. Corea del Sur, sede del gigante Samsung, quedó en segundo lugar con un 14%. Y Europa ocupa el tercer puesto con una cuota de mercado del 9%.
La cadena de suministro de semiconductores está experimentando una escasez sin precedentes, debido al impacto duradero de las interrupciones durante la pandemia de Covid-19. La crisis ha impulsado a los gobiernos a actuar, y Estados Unidos y China pronto entraron en una feroz competencia por el dominio e introdujeron medidas cada vez más duras para proteger sus cadenas de suministro.
En cuanto a Europa, tras el caos en la cadena de suministro global de chips tras la pandemia, se han dado cuenta de la dependencia de los fabricantes de electrónica europeos del ecosistema de los fabricantes de semiconductores asiáticos, además del creciente riesgo de riesgos geopolíticos... Europa ha comenzado a actuar con planes de miles de millones de dólares.
Con el objetivo de fortalecer el ecosistema de semiconductores y lograr la autosuficiencia en las cadenas de suministro de Europa durante esta década, los 22 Estados miembros de la UE adoptaron una declaración conjunta sobre tecnología de semiconductores en diciembre de 2020. Esta iniciativa dio lugar a la Ley Europea de Chips, que se propuso por primera vez en febrero de 2022 y se convirtió en ley el 25 de julio.
La Ley Europea de Chips tiene como objetivo duplicar la participación de la región en la producción mundial de semiconductores del 10% al 20% para 2030. Los 43 000 millones de euros provendrán de inversiones directas de la UE, los estados miembros y asociaciones público-privadas, y otros 11 000 millones de euros provendrán de la Ley Europea de Chips.
Más recientemente, el 10 de agosto, el Comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, dijo que la UE planea invertir más de 100 mil millones de euros (110 mil millones de dólares) en el desarrollo de la industria de fabricación de semiconductores para reducir la dependencia de las importaciones.
"Anuncio que tenemos la intención de invertir más de 100.000 millones de euros en la industria de semiconductores de la UE para satisfacer nuestras propias necesidades, así como las exportaciones", dijo Breton en la radio RTL .
El Sr. Breton reiteró que Europa produce actualmente sólo el 9% de todos los semiconductores a nivel mundial y que, para ser autosuficiente y satisfacer las necesidades del bloque, la UE debe aumentar su participación en la producción al 20% para 2030.
¿Un nuevo amanecer para la industria europea de chips?
¿Se están cumpliendo los objetivos de la Ley Europea de Chips? En noviembre de 2022, la consultora de gestión global Deloitte publicó un informe independiente que destaca una serie de cuestiones clave que la UE debe decidir urgentemente.
Europa es uno de los muchos países que invierten en el objetivo de la autosuficiencia en semiconductores, señala el informe. Para lograrlo es necesario tomar decisiones tecnológicas importantes, desde la cuestión más pequeña del tamaño de la oblea (200 mm o 300 mm) hasta concentrar la inversión. Mientras tanto, la naturaleza compleja de la fabricación de semiconductores también depende de un ecosistema complejo de socios y expertos de la industria.
El informe de Deloitte califica de “audaces” los objetivos de la Ley Europea de Chip. Se prevé que la producción mundial de la industria de semiconductores se duplicará para 2030, por lo que la UE tendría que cuadriplicar su producción para alcanzar su objetivo del 20% de la producción mundial desde el 10% actual.
Por supuesto, hay muchos caminos hacia el éxito, pero cada uno de ellos implica desventajas importantes… ¿En qué tecnología de semiconductores debería centrarse Europa? ¿Qué parte de la cadena de valor es más importante para el desarrollo de Europa? Si se construyen fábricas, ¿de dónde vendrá la demanda y los recursos humanos y financieros?
Uno de los grandes problemas de Europa hoy en día es decidir en qué generación de tecnología de semiconductores centrarse. Deloitte cree que los semiconductores avanzados serán importantes en el futuro, pero los chips fabricados con procesos más antiguos siguen siendo importantes para muchas industrias fundamentales, incluido el transporte, la fabricación de automóviles, la atención médica y las fábricas en general.
El segundo gran enigma es determinar qué partes priorizar, ya que ningún país o región puede ser completamente autosuficiente en todos los tipos de semiconductores y componentes de la cadena de suministro para 2030.
En última instancia, Europa tendrá que encontrar un equilibrio entre la localización y la diversificación de la cadena de suministro. No todo tiene que ser europeo, otros lugares como Japón, Singapur o Estados Unidos son alternativas creíbles, que aún ayudan a diversificar la oferta externa, en lugar de la actual sobreconcentración en China, Corea del Sur y Taiwán (China).
Bajo el título “Un nuevo amanecer para la industria europea de chips”, Deloitte describió cuatro posibles escenarios para el sector tecnológico europeo durante la próxima década. Escenarios a largo plazo y optimistas pero posibles, como el de empresas tecnológicas puramente europeas que alcanzan valoraciones de billones de dólares, hasta el improbable escenario de Esta zona se convierte en un desierto tecnológico.
“¿Quién quiere ser billonario?” es el mejor escenario posible, en el que una empresa con sede en Europa estaría valorada en un billón de dólares. De hecho, en el tercer trimestre de 2022, ninguna empresa de semiconductores pura a nivel mundial había alcanzado una valoración de un billón de dólares, pero habían surgido varias empresas con capitalizaciones de mercado de varios cientos de miles de millones de dólares.
El segundo escenario es el menos brillante de “Grandeza Dividida”. En aquella época, Europa sólo contaba con unas cuantas empresas líderes a nivel mundial, especializadas en determinados campos. Se cree que este escenario será posible en Europa a finales de esta década.
En el escenario de la «vaca cobarde», las empresas europeas siguen siendo compradores y usuarios de tecnología creada fuera de la región. En 2023, Europa seguirá siendo un importador neto de productos semiacabados, a pesar de los esfuerzos de la Ley Europea de Chips. En la actualidad, Europa es un importador neto de chips semiconductores: consume alrededor del 20% del suministro mundial de chips, pero produce solo alrededor del 9%.
En última instancia, el escenario del «desierto tecnológico» es el menos probable dada la importancia estratégica de los semiconductores, pero no es imposible de crear. Entonces, con regulaciones demasiado restrictivas para los competidores, Europa podría convertirse en un lugar donde sea difícil acceder a los suministros de tecnología y donde las aplicaciones estén plagadas de restricciones.
Volviendo a la realidad, Alemania se está convirtiendo en un foco de fabricación de semiconductores en Europa. Infineon, uno de los mayores fabricantes y proveedores de chips de la región, está invirtiendo miles de millones en una nueva planta en Dresde.
El fabricante de chips taiwanés TSMC también acordó el 8 de agosto un acuerdo multimillonario para construir una fábrica en Alemania, en un esfuerzo por convertir a Europa en el centro de la industria mundial de semiconductores.
Intel también está invirtiendo miles de millones de dólares en el ecosistema de semiconductores europeo durante la próxima década, con expectativas que cubran toda la cadena de valor, incluida la investigación y el desarrollo, la fabricación y la tecnología de envasado. El mes pasado, el grupo anunció una inversión de más de 30 mil millones de euros en Alemania, para ampliar su capacidad de producción en Europa. Intel dijo que el proyecto ayudaría a la UE a avanzar en su objetivo de construir una cadena de suministro de semiconductores más resistente.
Además, la empresa también planea construir una planta insignia de fabricación de obleas en Magdeburgo, Alemania. El canciller Olaf Scholz calificó la medida como "una buena noticia para Alemania y para toda Europa".
Además, la compañía estadounidense está invirtiendo alrededor de 4.300 millones de euros en un sitio cerca de Wrocław, Polonia, para crear una instalación de ensamblaje y prueba de semiconductores.
Todos ellos son pasos prometedores, pero es poco probable que estas instalaciones de fabricación de chips den resultados antes de la segunda mitad de esta década. Por lo tanto, Europa no tiene otra opción que seguir perseverando con sus planes a largo plazo. El objetivo de alcanzar la autosuficiencia y reducir la dependencia de otros países llevará mucho tiempo y es difícil predecir el futuro a corto plazo.
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