De acuerdo con el borrador de la Planificación de la Red de Educación Universitaria y Pedagógica para el período 2021-2030, con visión al 2050, que el Ministerio de Educación y Formación está solicitando opiniones para completar, se han señalado las ventajas y desventajas actuales del sistema, a partir de las cuales se ha propuesto una lista de programas y proyectos de inversión prioritarios para fortalecer el sistema. Cabe destacar la propuesta sobre la orientación de la organización y desarrollo de las universidades públicas en el período hasta el año 2030.
Según el Ministerio de Educación y Formación, el estado actual de la red de educación superior se deriva de la antigua perspectiva de planificación, del enfoque basado en indicadores cuantitativos y espaciales sin centrarse en el uso de herramientas de garantía de calidad para la planificación. No se ha recopilado información sobre el mercado laboral ni sobre los mecanismos de competencia en materia de calidad y marca como base principal para ajustar el número de instalaciones de formación y la estructura ocupacional a las necesidades de recursos humanos. No ha habido una política para gestionar la planificación, incluido el seguimiento de las condiciones de garantía de calidad y la evaluación del desarrollo de la red en relación con las necesidades del mercado laboral.
Esto ha llevado a una situación en la que algunas nuevas instituciones de educación superior se crean o modernizan rápidamente, sin que se supervisen sus condiciones de garantía de calidad; No verificar, impulsar y evaluar periódicamente los resultados de la implementación de la planificación para hacer ajustes oportunos. La implementación después de la planificación careció de preparación en términos de tierra, capital de inversión, recursos humanos, mecanismos, políticas, etc., por lo que algunas escuelas después de ser modernizadas operaron principalmente con base en las instalaciones disponibles, el personal docente y el personal administrativo o tuvieron una inversión adicional pero no fue significativa.
Sin mencionar la presión para abrir escuelas desde localidades de todo el país, lo que lleva a una situación de planificación dispersa y de no brindar suficientes recursos a una serie de instituciones de educación superior o campos e industrias clave para invertir en el desarrollo para acercarse a los niveles regional y mundial.
Con base en la situación actual, el Ministerio de Educación y Capacitación propone consolidar y ordenar las universidades que no cumplen con los estándares de las instituciones de educación superior de acuerdo con tres opciones. Una de ellas es reestructurar y centrarse en la inversión para cumplir los estándares en un plazo de entre 3 y 5 años. La segunda es fusionarse para convertirse en una unidad de formación o una sucursal de una institución de educación superior de prestigio. En tercer lugar, suspender las actividades de formación antes de 2028 y disolverlas antes de 2030.
De estas, la opción 1 parece ser la más difícil de implementar, porque involucra dos factores: tierra y dinero. Ambos factores están estrechamente relacionados y, lo que es más importante, ambos dependen de la perspectiva de inversión: ¿vemos las universidades como un lugar para obtener ganancias o como una inversión en recursos humanos, es decir, una inversión en el futuro?
Si la inversión en educación superior se considera una inversión para el futuro, los órganos de gobierno de las universidades públicas deben considerar la inversión en las universidades como un gran "juego".
Si no tienes suficiente fuerza, es necesario saber “soltar” para no obstaculizar el desarrollo del sistema.
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