Las tensiones diplomáticas entre Brasil e Israel se intensificaron cuando el 20 de febrero el presidente del país sudamericano Lula da Silva llamó a consultas al embajador del país en Israel, Federico Meyer.
El embajador de Brasil en Israel, Frederico Meyer (izquierda), y el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, en el museo del Holocausto en Jerusalén, el 19 de febrero. (Fuente: Times of Israel) |
Las tensiones entre Israel y Brasil estallaron después de que el presidente Lula da Silva, durante una visita a Etiopía, acusó a Israel de cometer “genocidio” contra el pueblo de la Franja de Gaza y comparó la acción con la campaña anterior del régimen nazi de exterminio de judíos.
Después de esta declaración, el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, convocó al Sr. Meyer a una reunión en el Museo del Holocausto y lugar de memoria de las víctimas judías en Jerusalén, en lugar de recibirlo en la Oficina del Primer Ministro como es la práctica diplomática, y emitió una declaración en la que afirmaba que el Presidente Lula da Silva era "persona non grata".
En declaraciones a la prensa, el señor Celso Amorim, asesor especial del Presidente de Brasil, destacó que la declaración de Israel era un acto "absurdo".
Por su parte, la Cancillería brasileña expresó su descontento con la citación del canciller Israel Katz al embajador Meyer al Museo del Holocausto en Jerusalén en lugar de seguir el protocolo diplomático normal.
El ministerio también convocó al embajador de Israel en Brasil, Daniel Zonshine, para aclarar la medida de Israel.
La decisión de retirar inmediatamente al embajador Meyer es una medida dura y seria en la relación entre los dos países, sólo superada por el anuncio oficial de ruptura de relaciones diplomáticas.
Hasta el momento, el señor Lula da Silva no ha hecho ningún comentario sobre el incidente.
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