La semana pasada, después de que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) publicara un informe que confirmaba que Irán había explicado adecuadamente las sospechas sobre su instalación secreta de enriquecimiento de uranio, Israel expresó su enojo.
La confirmación del OIEA de que ha resuelto dos "problemas" relacionados con los rastros de uranio encontrados en el pasado por Irán no ha complacido a Israel. (Fuente: AP) |
En el centro de la disputa está el origen de las partículas de uranio descubiertas en tres sitios no declarados en Irán, que se cree que han estado activos durante unos 20 años. El OIEA, junto con las agencias de inteligencia estadounidenses, cree que Irán alguna vez coordinó un programa de armas nucleares, pero que éste terminó en 2003.
Sin embargo, sólo recientemente los inspectores descubrieron estos rastros nucleares, y el OIEA está obligado a determinar el origen de cualquier material nuclear no identificado. Irán ha negado sistemáticamente haber buscado alguna vez armas nucleares como se afirma.
En un informe a los Estados miembros la semana pasada, el Director General del OIEA, Rafael Grossi, dijo que Irán había revelado que los rastros de uranio empobrecido en el sitio de Marivan provenían de una mina y un laboratorio operados por la ex Unión Soviética y que el organismo había concluido su investigación sobre el incidente.
El informe señaló que los inspectores ya no tenían preguntas sobre los rastros nucleares enriquecidos al 83,7% encontrados en las instalaciones subterráneas de Fordo.
El informe no logró convencer a Israel y el 4 de junio el Primer Ministro Benjamin Netanyahu acusó al OIEA de rebajar los estándares en sus inspecciones anteriores de las actividades nucleares de Irán.
Sin embargo, el 5 de junio, el Director General del OIEA, Grossi, rechazó firmemente las acusaciones de Israel, afirmando: "Nunca bajamos nuestros estándares. Cumplimos y aplicamos estos estándares".
Irán ya ha alcanzado un enriquecimiento de uranio del 60% y está a pocas semanas de alcanzar el 90%, el nivel necesario para producir una bomba nuclear. Esta situación ha llevado a Israel a duplicar su nivel de advertencia de un ataque militar preventivo contra Teherán si fracasan los esfuerzos diplomáticos internacionales.
En ese contexto, también el 5 de junio, al hablar en la conferencia del Comité de Política Pública Estadounidense-Israelí (AIPAC), el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, reiteró la postura firme de la administración de Joe Biden de que Irán es la principal amenaza para Israel y que a Teherán nunca se le permitirá poseer armas nucleares.
“Si Irán rechaza la diplomacia , entonces, como el presidente Biden ha dejado claro en numerosas ocasiones, todas las opciones están sobre la mesa para garantizar que Irán no adquiera un arma nuclear”, enfatizó Blinken.
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