Un médico lee el resultado de una mamografía a una paciente - Foto: Rui Vieira/PA
Un equipo internacional de médicos, científicos e investigadores ha diseñado una herramienta de inteligencia artificial (IA) que puede predecir qué pacientes con cáncer de mama tienen mayor riesgo de sufrir efectos secundarios después del tratamiento, incluida la cirugía y la radioterapia.
La tecnología que se está probando en el Reino Unido, Francia y los Países Bajos podría ayudar a los médicos y a los pacientes a tomar decisiones de tratamiento más apropiadas, informó The Guardian el 20 de marzo.
Cada año, aproximadamente 2 millones de mujeres en todo el mundo son diagnosticadas con cáncer de mama, el cáncer más común en las mujeres en la mayoría de los países. Gracias a una mejor comprensión, la detección temprana y una variedad de tratamientos, la tasa de supervivencia de los pacientes con cáncer de mama está aumentando.
Sin embargo, algunos pacientes experimentan efectos secundarios después del tratamiento, como cambios en la piel, cicatrices, linfedema (hinchazón dolorosa del brazo) e incluso daño cardíaco debido a la radioterapia.
"Por eso hemos desarrollado una herramienta de inteligencia artificial para informar a los médicos y a las pacientes de cáncer de mama sobre el riesgo de sufrir dolor crónico e hinchazón en las manos después de la cirugía y la radioterapia. Esperamos ayudarles a elegir los tratamientos de radioterapia y reducir los efectos secundarios", afirma el doctor Tim Rattay, de la Universidad de Leicester (Reino Unido).
La herramienta de IA fue entrenada para predecir el linfedema hasta tres años después de la cirugía y la radioterapia utilizando datos de 6.361 pacientes con cáncer de mama. A los pacientes diagnosticados con un alto riesgo de linfedema se les pueden ofrecer tratamientos alternativos o medidas de apoyo durante y después del tratamiento, como el uso de un aparato ortopédico para limitar la hinchazón.
La herramienta pudo predecir con precisión aproximadamente el 81,6% de los casos de linfedema e identificar correctamente aproximadamente el 72,9% de los casos en los que los pacientes no desarrollarían linfedema después del tratamiento. La precisión general de predicción de la herramienta es del 73,4%.
El equipo está trabajando para que la herramienta pueda predecir otros efectos secundarios, incluidos daños cardiovasculares y cutáneos. Esperan inscribir a 780 pacientes con cáncer de mama en el proyecto Pre-Act: un ensayo clínico de dos años.
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