Investigadores en Australia han demostrado que CRISPR puede utilizarse para desactivar mutaciones genéticas que causan cáncer.
Investigadores del Centro Oncológico Peter MacCallum en Melbourne, Australia, han demostrado que la poderosa herramienta de edición genética CRISPR puede utilizarse para desactivar las mutaciones de los genes KRAS G12, NRAS G12D y BRAF V600E que causan cáncer de páncreas, colorrectal y pulmón.
El equipo utilizó la proteína Cas13 para activar CRISPR, una tecnología que los científicos utilizan para apuntar, deshabilitar o editar ADN específico en las células, apuntando al ácido ribonucleico (ARN) en lugar del ADN.
Descubrieron que CRISPR-Cas13 puede degradar selectivamente las transcripciones de ARN mutantes, mientras deja intactas las versiones normales, no mutadas, de los genes que se encuentran en las células sanas. Todas las mutaciones genéticas analizadas en el estudio fueron variantes de un solo nucleótido (SNV), pequeños cambios en el código genético que causan un crecimiento celular descontrolado.
El SNV es notoriamente difícil de atacar con medicamentos convencionales, dijo el coautor del estudio Mohamed Farah. Con un mayor desarrollo, esta plataforma podría transformar la forma en que tratamos los cánceres causados por mutaciones difíciles de abordar. La precisión y adaptabilidad de este sistema también abre nuevas puertas a tratamientos oncológicos personalizados, adaptados al perfil genético único de cada individuo.
Se ha descubierto que el método neutraliza el SNV con una precisión y versatilidad sin precedentes en condiciones de laboratorio, pero se necesita más investigación antes de poder probarlo en humanos, dijo Farah.
Anteriormente, investigadores de la Universidad de Lovaina en Bélgica (KU Leuven) hicieron un descubrimiento importante sobre el cáncer de páncreas y cómo las células cancerosas responden a la quimioterapia.
Una nueva investigación publicada en la revista Nature Communications muestra que los cambios repentinos de temperatura en las células cancerosas pueden reducir la eficacia de la quimioterapia para los tumores pancreáticos. Según el profesor de oncología Johan Swinnen, un páncreas canceroso suele tener una temperatura aproximadamente 1 grado Celsius más alta que un páncreas sano, lo que puede provocar cambios en el comportamiento y el metabolismo de las células.
Los científicos descubrieron que este cambio de temperatura está relacionado con la cantidad de grasa insaturada en las células. A temperaturas más altas, la cantidad de grasas insaturadas disminuye, mientras que la quimioterapia actúa oxidando este tipo de grasas. Esto significa que cuando la temperatura celular aumenta, la quimioterapia se vuelve menos efectiva.
Este descubrimiento abre una nueva dirección en la investigación y el tratamiento del cáncer de páncreas. Una mejor comprensión de la relación entre la temperatura, la grasa y la eficacia de la quimioterapia ayudará a los científicos a desarrollar tratamientos más efectivos.
Según la Propiedad Intelectual
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/cong-nghe/australia-su-dung-crispr-de-vo-hieu-hoa-cac-dot-bien-gene-gay-ung-thu/20241227124135752
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