En una encuesta a 40 periodistas LGBTQ del Reino Unido publicada por la Universidad de la Ciudad de Birmingham, el 86% de los encuestados dijeron que habían sido abusados y acosados, y el 62% de ellos no lo denunciaron internamente.
Ilustración: James A. Molnar
La mayoría de los encuestados (78%) también dijo que el entorno para los periodistas LGBTQ está empeorando, mientras que sus empleadores no brindan suficiente protección (78%) o tienen políticas que reconocen riesgos específicos (58%).
Los artículos sobre eventos como el Orgullo, cuando son escritos por periodistas LGBTQ, pueden ser objeto de abuso por parte de los trolls porque se los considera tendenciosos o inventados en comparación con las historias escritas por sus contrapartes heterosexuales.
“Algunos periodistas ahora tienen la idea de que el abuso es parte del trabajo y que simplemente hay que seguir adelante”, dijo el autor de la encuesta, el periodista independiente Finbarr Toesland.
“Especialmente cuando las empresas animan a los periodistas a usar las redes sociales para interactuar con los lectores, la línea entre lo personal y lo profesional se difumina. A veces puede resultar abrumador para quienes no quieren enfrentarse a las críticas”, añadió Toesland.
Es esta cultura la que impide a los periodistas LGBTQ denunciar abusos y discriminación internamente. Muchas personas creen que serán vistas como débiles e “inapropiadas” si expresan cómo les ha afectado el abuso.
Además, muy pocas salas de redacción del Reino Unido tienen procedimientos establecidos para abordar estos casos. Como resultado, las víctimas no denuncian sus experiencias porque no creen que sus jefes tomen medidas.
El informe también ofrece siete recomendaciones clave para que las salas de redacción mejoren el apoyo a los periodistas LGBTQ, incluyendo ayudarles a abordar las amenazas en torno a la homofobia; necesidad de desarrollar métodos anti-abuso; Garantizar que los incidentes de abuso y acoso se registren, supervisen y denuncien.
“Es difícil para un periodista decir: ‘Voy a cambiar todo el ambiente de la sala de redacción’”, afirma Toesland. “Es mucho más fácil encontrar una sala de redacción que te valore y se asegure de que te sientas seguro y cómodo”.
Huy Hoang (según el periodismo)
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