El cabello es más propenso a romperse debido al aire frío y seco, así que cepíllate el cabello antes de lavarlo y sécalo suavemente después.
Después del champú, utilice una toalla suave para secar el cabello. (Fuente: Shutterstock) |
Cepíllate el cabello antes de lavarlo
Muchas personas a menudo se cepillan el cabello después de lavarlo mientras aún está húmedo porque piensan que el cabello mojado es más fácil de desenredar. Sin embargo, el cabello recién lavado suele ser muy débil y propenso a romperse, por lo que cepillarlo en este momento puede provocar roturas y puntas abiertas.
Debes cepillar tu cabello antes de lavarlo para reducir los enredos, estimular la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, ayudar a relajar y limpiar el cabello de manera más efectiva.
Lavar con agua tibia, enjuagar con agua fría.
Usa agua tibia para lavar tu cabello para abrir las cutículas del cuero cabelludo, facilitando la eliminación de la suciedad y el exceso de grasa. Al enjuagar tu cabello, utiliza agua fría para cerrar las cutículas, evitar que el cuero cabelludo secrete exceso de grasa y ayudar a reducir el cabello graso.
No rascar con fuerza
No te rasques vigorosamente mientras te lavas el cabello, incluso si sientes picazón. Utilice las yemas de los dedos para masajear suavemente para limpiar el cuero cabelludo y estimular la circulación sanguínea, fortaleciendo el cabello.
Secar con palmaditas
Después de lavarte el cabello con champú, sécalo con una toalla suave. No lo frotes ni lo retuerzas para retener la humedad necesaria y evitar dañar la capa protectora que lo rodea.
Aplicar acondicionador antes de secar con secador.
Si es posible, deja que tu cabello se seque naturalmente. Si necesita secarse el cabello con secador, aplique primero un acondicionador para protegerlo y luego séquelo con calor lento para ayudar a prevenir la caída del cabello.
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